Emprender no es solo para superhéroes

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Llevar adelante cualquier negocio requiere una variedad de cualidades que con paciencia y constancia se pueden llegar a cultivar. Por ello nos atrevemos a afirmar que emprender no es de superhéroes pero sí de personalidades comprometidas a esforzarse y superarse en cada momento. Entre las características con las que debe contar esta "personalidad emprendedora" vale la pena señalar: 

1. Dedicarte a lo que realmente te gusta. Cuando se habla de los futbolistas, suele decirse: "Que bonito es hacer lo que te gusta y que hasta te paguen". Un emprendedor debe sentirse a gusto con lo que hace, es definitivamente el principal de los requisitos a cumplir, lo cual a la vez le empujará a otorgar toda la seriedad posible a los compromisos que su tarea emprendedora le demanden.

2. Planificación y administración. Y no hablamos de volverte un discípulo del Trastorno Obsesivo Compulsivo, pero sí aprovechar adecuadamente cada uno de los recursos a tu alcance: tiempo, dinero, talento, sinergias. Dejar de lado el orden del caos y mantener una metodología que paulatina pero conscientemente te acerque al cumplimiento de tus objetivos.

3. Conocimiento de los clientes y del mercado. Diálogo, lectura, aprendizaje, retroalimentación, ensayo y error... todos los recursos que estén a tu alcance para que no pase un día sin que estés más empapado de lo que el mercado exige y de lo que realmente quieren tus clientes. Cada gasto de tiempo que hagas en este sentido se reflejará proporcionalmente en los beneficios que a mediano y largo plazo obtengas.

4. Rodéate de un equipo competitivo. Las habilidades de líder que un emprendedor debe poseer no le sirven de nada si no hay un conjunto de personas a las cuales capitanear. Y no se trata sólo de contar con gente a tu alrededor, sino de contar con gente competitiva a tu alrededor sobre la cual puedas delegar con toda la confianza aquellas tareas que te superan y que por salud empresarial no deben estar depositadas únicamente en ti.

5. Negocia, negocia, negocia... Es muy común que el emprendedor olvide que lo que está ejecutando, fuera del romanticismo de sacar adelante un proyecto propio, es a fin de cuentas un negocio, en el cual hay una serie de factores involucrados. Será mediante el arte de negociar a través del cual obtendrás mayores dividendos para su causa. Parece sencillo decirlo pero es una de las virtudes más difíciles de alcanzar.