La importancia del packaging en la decisión de compra.
Las dos principales herramientas con las que se construye la identidad corporativa son el logotipo de la empresa y el packaging del producto. El logotipo ayuda a los consumidores a asociar rápidamente los productos a una marca y el packaging es una herramienta básica del marketing que debe transmitir los valores y la filosofía de compañía.
Aparte de resaltar las cualidades del producto, protegerlo, ser respetuoso con el medio ambiente y estar acorde con la imagen de marca, el packaging debe ser utilizado para aportar un valor añadido al usuario que le ayude a decidirse por nuestro producto, y además nos facilite fidelizarlo.
El packaging juega un papel importante en la promoción y en la diferenciación de marca. Por ejemplo, como cada año por Navidad, llegan los vasos rojos de Starbucks, y así, desde el lanzamiento de la campaña en 1997, la marca ha conseguido que esto sea todo un acontecimiento. Cada temporada, la temática y el diseño cambia, pero siempre con el mismo objetivo: transmitir el espíritu de la Navidad.
Este año los "red cups" están diseñados por los consumidores. La idea surgió a raíz del diseño minimalista que los vasos exhibían el año pasado. Sobre ellos, muchos consumidores pintaron sus propios motivos navideños, y la marca lo aprovechó para hacer un concurso a nivel mundial que dio lugar a los 13 diseños de este año.
Una vez que el packaging cumple su principal cometido, que es proteger el producto, los embalajes y envases tienen también una función estética muy importante dentro de la estrategia de branding de la marca. El envoltorio se puede volver determinante para que el consumidor se decida por una marca u otra. ¿Quién no ha comprado algo solo porque la caja que lo contiene es bonita?
Esta lección la tienen bien aprendida en Pet Crock, una marca de comida para perros, que con el diseño adorable de Jessica Santos, lograron algo más que un envase: un elem
ento de comunicación. Este original envase no solo sirvió para diferenciar el producto en los lineales de las tiendas de mascotas, sino que se convirtió en la imagen de campañas de publicidad de la marca.
Otro ejemplo de packaging diferenciador, es el diseño de una original bolsa para LEGO que han llevado a cabo dos estudiantes de 
la School of Visual Arts de Nueva York. Ellos mismos han afirmado que la idea es trasladar el espiritú lúdico de la marca a las bolsas, creando la ilusión de que las manos del portador de la bolsa, se convierten en la mítica mano de los muñecos de LEGO. Dicho efecto se consigue escondiendo las asas de la bolsa en el interior de la misma, dejando que la mano amarilla de LEGO sobresalga por encima de la extremidad de la persona.
Pero la creatividad de las empresas no solo está en hacer un packaging molón, sino que también se puede utilizar para resolver problemas.
Para la empresa de bicis Van Moof, los desperfectos en los envíos de sus bicicletas empezaron a convertirse en un problema para la marca. Optaron por cambiar el tamaño y dureza de las cajas de sus envíos, pero seguían llegando dañadas. Fue entonces cuando, después de estudiar el comportamiento de los transportistas ante mercancías delicadas, decidieron imprimir siluetas de televisores en sus cajas, lo que llegó a reducir entre un 70% y 80% los daños de transporte.
Por último, siempre hay que tener en cuenta que al igual que las empresas dedican mucho tiempo a investigar sobre el futuro, el pasado también puede ser la llave del éxito. Actualmente, existen muchos ejemplos en el mercado sobre packaging retro que funcionan a la perfección, así que lo vintage y la recuperación de la herencia de la marca puede ser un acierto en un momento dado.
